jueves, 20 de febrero de 2014

ENTREGA UNIDAD SEXTA

SEXTA UNIDAD: APRENDIZAJE PERMANENTE, APRENDIZAJE Y PEDAGOGÍA EMERGENTE

El evento MOOcafé Pereira, Colombia estuvo lleno de tropiezos de índole técnico, pues desconocía totalmente el uso de esta herramienta; pero pienso que de todo se aprende y trate de cumplir con los requerimientos técnicos, espero y cumpla con las expectativas del trabajo. Mi trabajo inicialmente lo hice sólo, porque convoque a través de Eventbrite al conversatorio, pero se me olvido concordar con el horario en Colombia y convoco a otra hora, luego trate de corregirlo y la gente no se presentó, razón por la que lo hice sólo, aunque hace poco me llegó una invitación para un conversatorio para mañana 21
El trabajo parte de tres interrogantes:

CONCLUSIONES

¿Cómo te gustaría que fuese tu escuela o centro educativo?

El ideal de la escuela es enseñar a aprender, el estudiante deber conocer cuales son los temas más importantes que ofrece su cultura y desarrollar cualidades, destrezas y competencias necesarias para que se puedan insertar en el entorno productivo de la sociedad a la que pertenece.
Para los docentes, la escuela ideal se identifica con mejoras en la infraestructura de la escuela, materiales didácticos y mejores condiciones de trabajo, entre otras prioridades. Los alumnos, en cambio, piden renovar los contenidos que se enseñan, con la inclusión de deportes, artes y talleres de convivencia, y que exista un trato "justo e igualitario" por parte de los maestros.
Es hora de enseñar valores , educación sexual y para la salud, nuevos contenidos de disciplinas escolares ya existentes, trabajo y tecnología. Los alumnos piden, por su parte, contenidos más concretos: arte y talleres expresivos y estéticos, computación, trabajo y tecnología, idiomas, deportes y recreación.
"Los profesores quieren enseñarles a los alumnos a ser mejores personas. Los dicentes prefieren disciplinas estéticas (música, canto, teatro, cine) y la producción de lo nuevo, donde se puedan expresar y simbolizar experiencias", reflexionó Dussel, que realizó la investigación con los licenciados Andrea Brito y Pedro Núñez.

¿Cómo debería ser la educación del siglo XXI?¿En qué tendría que cambiar?


Es importante tener presente la relación del individuo y la sociedad. Si producimos individuos que son egocéntricos, agresivos, ambiciosos, codiciosos y competitivos, no podremos organizarlos en una sociedad que no sea violenta; por el contrario necesitamos individuos pacíficos, cooperativos y armoniosos. Si los organizamos dentro de una sociedad comunista tendremos la violencia y la dominación que hemos visto en sociedades comunistas. Si los organizamos en una sociedad capitalista, la llamada sociedad libre, tendremos la violencia y las divisiones que hemos visto en tales sociedades. No es posible el surgimiento de una transformación fundamental en una sociedad a menos que el individuo se transforme. La educación es por tanto el motor principal de la transformación social, ya que ella determina la clase de individuos que estamos produciendo. Gobiernos, legislaturas, y agencias encargadas de aplicar las leyes son únicamente organizaciones para controlar al individuo, pero no de transformarlos. Por tanto, el verdadero cambio social es la responsabilidad principal de la educación, no meramente la producción de personal entrenado. La prueba de la correcta educación hoy es si se están produciendo buenos ciudadanos planetarios.

t¿Qué se puede hacer desde la escuela para que la educación sea un asunto importante para toda la comunidad, y no solo de los docentes y padres y madres?


Es importante y fundamental para la sociedad en general ver la educación como una necesidad fundamental, la relación que se entabla entre familia y escuela es tan peculiar que sólo cabe situarla en el marco de la confianza- es la escuela, corno parte de la familia, una prolongación suya, adquiriendo así su pleno sentido.
Esa relación de confianza es la que determina, matiza y da forma al binomio familia - escuela, que debe estar marcado por una actitud de responsabilidad compartida y complementaria en la tarea de educar a los hijos. Ello implica una verdadera relación de comunicación donde padres y maestros establezcan una vía abierta de información, de orientación, sobre la educación de los hijos, constructiva y exenta de tensiones por el papel que cada uno de ellos desempeña.
En este sentido, la familia debe tener una actitud activa y participativa, más allá de las aportaciones puntuales de información sobre los hijos, en la medida que lo requieran los maestros: esto es, trabajar conjuntamente en la orientación de la persona en orden a un proyecto común de educación.
Si no se produce ese acuerdo previo sobre cómo y para qué queremos educar a nuestros hijos, la disfuncionalidad en la relación padres-maestros y en el mismo proceso educativo, estará asegurada. Una escuela no puede limitar su actividad a los campos que sean de su exclusivo interés, sin atender a las necesidades de la familia. Esa peculiar relación de confianza-servicio es característica de la escuela, particularmente en los niveles de Primaria y Secundaria.

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